Reflexiones bíblicas motivadoras No hay más de un misterio
Reflexiones bíblicas motivadoras No hay más de un misterio
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Jesús les dijo a Sus discípulos que su sufrimiento era cierto: "Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día" (Lucas 9:22; cf.
Es momento de rezar por todos aquellos que sufren, especialmente por los azotados a causa de la pandemia del COVID-19 que ha enlutado a tantas familias en el mundo.
Hablaremos más acerca de la soberanía de Dios más Delante en la clase, pero baste para proponer que un estímulo que recibimos en medio del sufrimiento, un «ancla del alma» como señala el autor de Hebreos, es que Dios no se sorprende por el sufrimiento y él no comete errores.
– Reflexionar sobre el inclinación y sacrificio de Cristo, recordando constantemente el significado de su sufrimiento en la cruz.
Por lo tanto, al reflexionar sobre la relevancia del sufrimiento de Cristo en nuestra fe cristiana, podemos tener en cuenta lo siguiente:
Una de las lecciones más difíciles que nos da Jesús en Mateo 10:21 es la posibilidad de traición y odio incluso en nuestras propias familias.
. Dios sabe lo difícil que es encontrar y sustentar la esperanza. Incluso los cristianos más firmes luchan por mantenerla cuando su Certidumbre es puesta a prueba.
Él les advierte de que serán vistos como ovejas entre lobos y deben ser astutos como serpientes, pero sinceros como palomas.
Ser more info astuto no significa ser manipulador o deshonesto; sino tener sentido global y enterarse cómo guarecerse física y espiritualmente en un mundo hostil.
Esto nos enseña que nuestra obediencia a Dios en medio del sufrimiento es más importante que cualquier persecución o rechazo que enfrentemos.
Nosotros nos fatigamos y luchamos porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los que creen.
Jesús nos da un ejemplo consumado al sucumbir en la cruz por nuestros pecados, mostrando que Él tenía confianza en su Padre celestial y estaba seguro de su valencia como Hijo de Dios.
El mal utilizado para la edén de Dios. Y, como leemos en Romanos 8:28, para nuestro bien. «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas